ENTRE ROSAS Y CEREZOS. JUAN GIL ROSADO
Buenas tardes mis queridos lectores:
Esta tarde les traigo una cata de emociones muy especial para mí. La primera vez que caté este vino, lo hice de la mano de mi querida amiga Rosa Caballero, de Juan Gil Family. Yo le insistí en que la Monastrell es una uva que no me sienta nada bien, y de verdad les digo que a día de hoy desconozco el motivo por el cual no le he debido caer bien a esta variedad .
Rosa me dijo;- pruébalo, este es muy diferente. Le hice caso.
Luego descubrí que no era Monastrell. Que Juan Gil eligío Tempranillo y Syrah para elaborar este vino. Quizás no fué casualidad sino CAUSALIDAD para que pudiese hoy estar contándoselo a ustedes.
Tal vez sea por el porcentaje de Syrah del coupage que lo forma, pero casi de inmediato al verter el vino en mi copa y llevarlo a la nariz, la magia obró en mí.
La sensación de pasear entre las cepas de la viña de mi abuelo paterno cuando era muy niña fu´ñe instantáneo. Aquella viña tenía entre las vides como compañeros, almendros y cerezos y entre las líneas de cepas medio enredados entre los sarmientos sobresalían preciosos rosales cuajados en flor granate que aportaban un pintoresco color al paisaje. Como si el vino que saldría de aquellas uvas se desbordase entre las verdes hojas ya desde la primevera.
El mundo mágico crecía cuando ese profundo olor a rosas lo impregnaba todo. Una pequeña brisa del viento antes del atardecer sacudía las plantas para elevar entre las anaranjadas luces de las cálidas puestas de sol las flores de los cerezos sembrando todo el campo de pétalos. Aquellas flores que en unos días se convertirían en atrayentes cerezas dulces y carnosas que tanto me gustaba ir a buscar con mi abuelo.
Esas notas , creanme, las encontré en aquella copa. No salía de mi asombro. pensé que si solo con oler este vino, habái vuelto a recordar como era el rostro ajado por el sol, de mi añorado abuelo, qué podría ocurrir al saborearlo.
Este rosado 2016 no defraudó. al dejarlo un segundo en la boca pude recordar las tardes que pasé recogiendo albaricoques, melocotones del pequeño huerto en la finca de mis padres. UN huerto pequeño , muy pequeño que plantó mi padre para que desde pequeña viese como cecían los frutales, las hortalizas y verduras que más le gustaban y que él a su vez habia visto crecer en el pueblo, unto a su padre, mi abuelo.
Pasé veranos haciendo conservas. Mi abuela Paca era amante de las frutas de hueso y del buen vino. no tuve más remedio que aprender a " embotar" frutas, hacer cremas, mermeladas y otras cosas de similares características.
nos gustaba estar juntas. La cocina nos unía. conversábamos y nos contábamos muchas cosas.
Ella utilizaba una caja de madera de fruta escarchada para guardar las cosas que para mi abuela eran importantes. Esa nota de aquella madera se perpetuó en mi boca haciendo aparecer todas las sensaciones de naríz y boca en el retrogusto. Aquellas frutas, los paseos, los cerezos y aquel embriagador olor a rosas....
Ninguno de ellos se encuentra ya entre nosotros. Pero de alguna manera, sé que en cada sorbo de este vino...podré volver a estar con ellos, aunque solo sea durante unos minutos...
Hace un par de Noches, un amigo muy especial para mí, gran creyente de la CAUSALIDADES y con el que comparto cierta admiración por Paul Dirac me recordó que tal vez, debería contarles lo que me transmitió este vino, pues él mismo forma parte del grupo Juan Gil Family .
Él como ustedes, se está enterando en este instante de lo que este vino significa realmente para mí.
La ecuacion de Dirac se hace realidad puesto que más que kilómetros de distancia, me separan más cosas de los seres queridos que ya no están junto a mí.
Creo merece la pena que ustedes sean capaces de dejarse transportar al destino que este rosado tenga reservado para cada uno de quien lo pruebe.... la magia del tiempo queda contenida en cada botella de vino como .
Disfruten del vino y como siempre les digo... Felices CAUSALIDADES a todos
Esta tarde les traigo una cata de emociones muy especial para mí. La primera vez que caté este vino, lo hice de la mano de mi querida amiga Rosa Caballero, de Juan Gil Family. Yo le insistí en que la Monastrell es una uva que no me sienta nada bien, y de verdad les digo que a día de hoy desconozco el motivo por el cual no le he debido caer bien a esta variedad .
Rosa me dijo;- pruébalo, este es muy diferente. Le hice caso.
Luego descubrí que no era Monastrell. Que Juan Gil eligío Tempranillo y Syrah para elaborar este vino. Quizás no fué casualidad sino CAUSALIDAD para que pudiese hoy estar contándoselo a ustedes.
Tal vez sea por el porcentaje de Syrah del coupage que lo forma, pero casi de inmediato al verter el vino en mi copa y llevarlo a la nariz, la magia obró en mí.
La sensación de pasear entre las cepas de la viña de mi abuelo paterno cuando era muy niña fu´ñe instantáneo. Aquella viña tenía entre las vides como compañeros, almendros y cerezos y entre las líneas de cepas medio enredados entre los sarmientos sobresalían preciosos rosales cuajados en flor granate que aportaban un pintoresco color al paisaje. Como si el vino que saldría de aquellas uvas se desbordase entre las verdes hojas ya desde la primevera.
El mundo mágico crecía cuando ese profundo olor a rosas lo impregnaba todo. Una pequeña brisa del viento antes del atardecer sacudía las plantas para elevar entre las anaranjadas luces de las cálidas puestas de sol las flores de los cerezos sembrando todo el campo de pétalos. Aquellas flores que en unos días se convertirían en atrayentes cerezas dulces y carnosas que tanto me gustaba ir a buscar con mi abuelo.
Esas notas , creanme, las encontré en aquella copa. No salía de mi asombro. pensé que si solo con oler este vino, habái vuelto a recordar como era el rostro ajado por el sol, de mi añorado abuelo, qué podría ocurrir al saborearlo.
Este rosado 2016 no defraudó. al dejarlo un segundo en la boca pude recordar las tardes que pasé recogiendo albaricoques, melocotones del pequeño huerto en la finca de mis padres. UN huerto pequeño , muy pequeño que plantó mi padre para que desde pequeña viese como cecían los frutales, las hortalizas y verduras que más le gustaban y que él a su vez habia visto crecer en el pueblo, unto a su padre, mi abuelo.
Pasé veranos haciendo conservas. Mi abuela Paca era amante de las frutas de hueso y del buen vino. no tuve más remedio que aprender a " embotar" frutas, hacer cremas, mermeladas y otras cosas de similares características.
nos gustaba estar juntas. La cocina nos unía. conversábamos y nos contábamos muchas cosas.
Ella utilizaba una caja de madera de fruta escarchada para guardar las cosas que para mi abuela eran importantes. Esa nota de aquella madera se perpetuó en mi boca haciendo aparecer todas las sensaciones de naríz y boca en el retrogusto. Aquellas frutas, los paseos, los cerezos y aquel embriagador olor a rosas....
Ninguno de ellos se encuentra ya entre nosotros. Pero de alguna manera, sé que en cada sorbo de este vino...podré volver a estar con ellos, aunque solo sea durante unos minutos...
Hace un par de Noches, un amigo muy especial para mí, gran creyente de la CAUSALIDADES y con el que comparto cierta admiración por Paul Dirac me recordó que tal vez, debería contarles lo que me transmitió este vino, pues él mismo forma parte del grupo Juan Gil Family .
Él como ustedes, se está enterando en este instante de lo que este vino significa realmente para mí.
La ecuacion de Dirac se hace realidad puesto que más que kilómetros de distancia, me separan más cosas de los seres queridos que ya no están junto a mí.
Creo merece la pena que ustedes sean capaces de dejarse transportar al destino que este rosado tenga reservado para cada uno de quien lo pruebe.... la magia del tiempo queda contenida en cada botella de vino como .
Disfruten del vino y como siempre les digo... Felices CAUSALIDADES a todos
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