QUELIBROMEBEBO

  INITIO. ENTRE JARALES Y PINOS Aquella tarde la brisa corría entre las espículas de los pinos produciendo un silbido cada vez que el suave viento las rozaba. Los caminos estaban vacíos, nadie podía pasear por ellos a esas horas.El sol aún no había comenzado a bajar con el deseo de tocar tierra y esconderse tras el perfil de la sierra de Gredos. Aún no era la hora de acariciar las lomas con sus últimos rayos, transformando el cielo en un anaranjado paraíso de aves e insectos.Aún la cálida luz tocaba el suelo de san Martín. Yo era esa única loca que decidió pasear por el camino que cruza los jarales y a cuyos lados se encuentran esas matitas de tomillo y romero que salpican el campo de tonos lavanda y blanco casi a ras de suelo y que esparcen esos aromas tan característicos  del  famoso monte bajo que tapiza la zona hasta donde alcanza la vista. Había decidido salir con mi Canon EOS 400D. Mi última adquisición. Me gustaba la fotografía y aún me sigue fascinando. Pero no ten

CATA DE EMOCIONES ( Román era un .muchacho como cualquier otro de su edad. Le gustaba caminar por las calles de su localidad natal y andar pensando en cómo  sería su vida en unos cuantos años más.  Queria ser el patrón  del navío  que su padre  utilizaba para pescar. En los planes de joven sólo  habia un problema, nunca había salido a faenar. De niño siempre habia estado enfermo  y su padre le habia prohibido poner un pie en ma barcaza. El crío se quedaba en casa,observaba las tareas que realizaba su madre y aprendió a realizarlas visualmente, ya que en aquella época no estaba bien visto que un hombre las llevase a cabo. Román  leía cuanto caía en sus manos ya que su afán por aprender y sus inquietudes superaban a sus enfermos pulmones y su enquencle  aspecto . Pasaba  muchas horas sentado junto al mar inhalando la salina brisa que llenaba su débil  pecho y leyendo escritos de hazañas de señores de tiempos pasados. En unos cuantos años, Román  había aprendido de manera autodi

GARNACHA 2016 .PRADOS  COLECCION Desde niña siempre fui golosa, de esas que esperaban al abuelo  en la puerta de casa y antes de poder decirle ni un "hola abuelo" y recibir 300 besos en cada rechoncho mofletes, yo ha había  cacheado los bolsillos  del interior de su americana de pana gruesa en busca de aquellos dichosos  caramelos que me encantaban y hacían enfurecer a mi madre porque a acababa pringado todo cuanto tocada con mis deditos azucarados en demasía. Con mi abuelo  tenía dos vicios, aquellos caramelos, y pasear por  el centro de Madrid desde puente de Segovia  hasta Sol y comprar caramelos de Violetas en la tienda más famosa de la capital" la violetera". Me gustaba abrir aquella cajita envuelta con papel salpicado de flores y anudado con un lacito de color violeta,su pegatina dorada y una pequeña florecilla de tela, que era realmente el ansiado tesoro que yo quería. Eso y bajar andando de ma mano de mi Abuelo vestida de Domingo a finales de los

CAL BLANCO Siempre monté  a caballo. Desde niña observaba todo cuanto  ocurría en el campo desde mi yegua Raisa. Es una preciosa yegua  con una mancha Blanca en la frente de pelaje color luna llena  que me hizo ponerle ese nombre. A veces tan fría como la nieve helando mi corazón.. a veces tan calida  que sentía correr su sangre y el latir de esa bomba que la convertia  en inmortal a cada galope. Pasee a lomos de Raisa demasiadas  veces . Luego entendí que nunca  fueron suficientes. Este vino blanco me llevo de nuevo a subir a su grupa y cabalgar  campo a través  sin rumbo marcado.  Ella respiraba salinidad a cada galopada y a mi me hacía sentirme más parte del paisaje Atlántico cada vez que oía su respirar. Las riendas formaban parte de mis propias manos.   Cuando paseaba con ella entre los frutales podía sentir en el aire aromas de frutas blancas maduras...no por ello dejaba6 de percibirse la marcada mineralidad del contexto que nos envolvía. Alguna vez parábamos  e

Buenas tardes mis queridos lectores: Esta tarde les traigo una cata de emociones muy especial para mí. La primera vez que caté este vino, lo hice de la mano de mi querida amiga Rosa Caballero, de Juan Gil Family. Yo le insistí en que la Monastrell es una uva que no me sienta nada bien, y de verdad les digo que a día de hoy desconozco el motivo por el cual no le he debido caer bien a esta variedad . Rosa me dijo;- pruébalo, este es muy diferente. Le hice caso. Luego descubrí que no era Monastrell. Que Juan Gil eligío Tempranillo y Syrah para elaborar este vino. Quizás no fué casualidad sino CAUSALIDAD para que pudiese hoy estar contándoselo a ustedes. Tal vez sea por el porcentaje de Syrah del coupage que lo forma, pero casi de inmediato al verter el vino en mi copa y llevarlo a la nariz, la magia obró en mí. La sensación de pasear entre las cepas de la viña de mi abuelo paterno cuando era muy niña fu´ñe instantáneo. Aquella viña tenía entre las vides como compañeros, almen