SE PARECIA TANTO A ÉL

SE PARECIA TANTO A ÉL.


Hoy vino a sacarse sangre Luis. Ha sido una mañana más gris y oscura que a las que Febrero nos había acostumbrado. Entró en mi cabina con cara amable, pálido ceráceo y con profundas ojeras bajo sus enormes ojos marrones rasgasos, casi almendrados que parecían a los de él. Cuando le indiqué que se sentase en el sillón que tenemos colocado en las cabinas a tales efectos, cogió mi mano y me dijo: - Señorita, llevo puesto un "aparato de esos, un catéter ". - un Porta? - si eso hija, un Porta...o como se llame. A casa palabra, más se parecía a él...sus manos de largos dedos y uñas cuadradas, perfectamente cortadas. Pero con arrugas y manchas propias de la edad... Yo me dispuse a colocar mi kit de extracción y sellado, mi campo estéril, mis guantes mientras intentaba conversar con él, como si no sucediese nada... Luis sonreía, me contaba sus cosas. Nuestras miradas cruzaron unos segundos, los suficientes para decirme que hacía dos años, el mismo día que falleció su esposa Isabel, sintió un dolor en el pecho.le hicieron poco caso ( cosas del disgusto, del duelo)... En urgencias le hicieron un electo y una placa...la analítica ya daba signos poco halagüeños . Era un tumor maligno de pulmón. Tenia invadido el mediastino. Sus lágrimas brotaban. Yo le cogí la mano y sin contarle nada de "lo mío ", me dije - Luis, estas con tratamiento? - si...pero ya no pueden hacer más. Es inoperable y cada vez avanza más. Apenas puedo respirar al subir las escaleras de mi piso. Vivo en un segundo sabe?. No quiero decirle nada a mis hijas. tengo 2. La mayor es enfermera como usted. Esa no es tonta...ya sabe. - y tú que quieres hacer?- le pregunté. - la verdad es que estoy cansado de luchar, pero he de seguir adelante hasta que Isabel venga a buscarme. Mi hija mayor es independiente, tiene su casa, sus hijos...muy maja ( fruncido el ceño con gesto serio y rudo). La otra es distinta. - sabes una cosa, si me permites decirte algo... - Dígame señorita.claro que sí. Es usted muy amable y se nota se preocupa. -quien crees de las dos hijas que te necesita más? Pues no sé mire,son muy diferentes. Cuando murió su madre lo pasaron muy mal. La mayor es muy fuerte, la otra...es la otra... - cuanto fue la última vez que le dijiste a tu hija que la querías....que estabas orgulloso???? - la verdad, no recuerdo haberlo hecho- afirmó entre lágrimas. Yo le miré mientras le ponía el apósito en el lugar de la punción y sellado y que dije... - harías hoy algo por mí Luis? - claro señorita ( dijo muy dispuesto) - Dile hoy a tu hija que la quieres y que estas orgulloso de ella. Habla con ella...dile todo aquello que no le has dicho o no os habéis dicho por orgullo... Luis me miró fijamente y me dijo: Se lo prometo..haría usted ahora algo por mí? - Claro que sí, le miré sonriendo - puedo darle ese abrazo que su padre ya no puede darle?....intuyo que es así verdad... No respondí....solo le abracé Hoy la mañana solo fue gris y lluviosa fuera...aunque aún llueva en mi interior, se que hay personas sensibles que perciben lo que yo al ver a Luis.... Se parece tanto, tanto a él.......

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