IL SIGNORE DI VENEZIA

 Buenas tardes mis queridos lectores:

 esta tarde quiero hacerles un pequeño regalo de  fin de Año. Les invito a ayudarme en esta aventura.
Quiero pedirles lean el primer fragmento de mi primera novela histórica titulada " Il Signore Di Venezia". Ambientada en la Venezia de 1758 y en el tiempo actual.
Les ofrezco la posibilidad de verter sus opiniones y me ayuden pues  espero que en este 2017 por fin vea la luz.
Es una novela fruto de la inquietud que siempre he tenido por leer y desear escribir tantas historias que imaginaba en mi cabeza, algunas de las cuales les relataba a mis hijos antes de dormir.
De esta historia quiero mostrarles el comienzo, y que ustedes sean quien soliciten saber más de nuestros protagonistas, si es que les gusta el argumento.
Les garantizo una trama repleta de emociones , amor, pasión, viajes al pasado y a la historia personal de uno de los personajes más famosos de la historia universal, Giacomo Casanova.
Quiero acercarles a conocer a la persona, no al personaje que  han utilizado otras manos para contar otras historias poco fieles a los verdaderos sentimientos y sensaciones de este hombre de mediados del siglo XVIII.
Sin más y deseandoles una felicísima salida del 2016 , estoy segura que todos tendremos una muy buena entrada en el 2017, pues éste es mi año, una año que llevo esperando algún tiempo, en el que recu`peraré muchas cosas y nacerán otras nuevas, en el que descubriré gente maravillosa y por fin dejaré en el pasado la que no lo ha sido conmigo. Tiempos y vientos de cambios garantizados, y por mi experiencia, he de decirles queridos míos, que los cambios siempre son buenos.
Feliz tarde y disfruten de la lectura.






"Doctor, no veo qué beneficio voy a sacar viniendo a ésto. No creo que si le cuento mi vida durante un rato todos los martes vaya a cambiar, sinceramente no lo creo.
-Marie, no seas incrédula, confía en mí ¿ vale?.
- Sí claro, para eso le pago, no se preocupe.Hasta la próxima sesión Dr. Ah, por cierto, gracias.
- Adios Marie, nos vemos a las 16:00. Tendremos tiempo de charlar un poco más.
- Bién, adios.

Marie se marchó de la consulta del Dr. Flox. Era una chica normal, becaria de la facultad de Historia. Había venido a vivir a Madrid con una beca Erasmus de la Universidad de La Sorbone.Era estudiosa, trabajadora y una chica de lo más alegre, se daba a los demás. Siempre intentaba ayudar a todo el mundo , aunque según ella, jamás había hecho un favor, ella era así.
El caso es que todo eso cambió. A Marie le ofrecieron la oportunidad de su vida, ir a Italia.Recuerdo su cara, era lo que se suele decir, todo un poema. La ilusión le salía por las orejas. Una cosa así no le pasa a la gente todos los días.

- Marie, tienes carta certificada.Es de la universidad.
- Dáme, dame.
- Está encima de la mesita de la entrada, al lado de las llaves de casa.

Marie saltó por encima de su portafolios que previamente había dejado medio tirado en el pasillo. Era igual de desastre que yo para esas cosas, pero dentro de nuestro propio desorden , siempre sabíamos donde estaba todo.
Abrió la carta con cierta ansiedad y a toda prisa , de forma muy atropellada, tanto que rompió el sobre y tuvo que recomponerla para ver bien el remitente.Sólo ponía: Dirigido a la Srta. Marie Marionaud. El remitente era un misterio, Sólo figuraba el sello de la Facultad de Historia de La Sorbone. A ella le bastó.
Según la fué leyendo ,se le abrían cada vez más los ojos, una mezcla entre sorprendida y asustada. Yo diría que completamente asustada. Tenía el vello de sus brazos  erizado. Con voz entrecortada acertó a decir: " Carmen. Me voy".
Yo me senté de golpe en el sofá. Un tresillo supercutre de segunda mano heredado de mi madre. El gato estaba acurrucado en el otro extremo, ni se movió. Estaba acostumbrado a ver muchas cosas en nuestro piso compartido, demasiadas cosas. Algunas de ellas de las que ninguna podíamos sentirnos orgullosas precisamente, pero era nuestro piso, nuestra vida perfecta, una vida que se iba a esfumar así, sin más.

- ¿ Qué dice , Marie?
- Es de la Universidad. Me encargan que vaya a Florencia a catalogar unas piezas que han aparecido durante las obras de rehabilitación de un palazzo. Creen que podría tener relación con otras parecidas que han ido apareciendo en distintos puntos de la Toscana.
- Es genial , lo que estabas esperando, tu oportunidad.
- Sí, genial
- Te voy a echar mucho de menos.¿ Cuanto tiempo estarás allí?
- No lo sé. Alrededor de tres meses. Si cuadran las fechas de éstas, tendría que desplazarme a datar las otras. Su valor podría ser incalculable de resultar auténticas.
- Genial, todo el verano sóla.
- De eso nada. En cuanto me instale , te vendrás a pasar conmigo el verano. Conoceremos a los famosos Italianos.
- Sí, claro, genial. Yo estaré esperando que vuelvas de las obras de tu palazzo.
- Qué es ese tono, tonta. Tendremos tiempo de hacer turismo por la Toscana.
- Bueno, ya veremos. Alguien tendrá que trabajar. Necesitamos dinero para el piso
- Como quieras.Me mandan los billetes en el sobre. Salgo pasado mañana.
- Fenomeno. Pero yo te llevo al aeropuerto.
- D'Cord.Cherie.

La acompañé a Barajas. Facturamos su maleta y nos tomamos un café. Estuvimos bromeando acerca de su pésimo italiano, y me dijo que sabía perfectamente decir " Capuccino" y " Grazie".
Se marchó en el vuelo 435 con destino Florencia.

Mientras el tiempo pasaba en Madrid. El verano no fué muy malo. La facultad terminó y empecé a trabajar en una galeria de arte muy cerca del paseo de la Castellana. No quedaba lejos de casa y la gente no estaba mal. Me hacían gracia. La galería era de arte contemporáneo. Pintura y escultura de arte moderno cuyos autores eran de la Capital.Era una de las condiciones que tenía la galeria para exponer sus obras.
Al principio lo llevaba mejor , sobre todo porque mi mejor amiga me enviaba cartas de lo más divertidas contándome su vida en la Toscana:

<< Carmen, me encanta ésto, la gente , sus calles. Todo huele a Renacimiento y Vino. Ese que a tí te gusta. Por las mañanas voy a las obras. Tendrías que verlo. Es enorme. Una enorme escalinata de marmol nace de la entrada principal, custodiada por dos ángeles de piedra. Nos han llamado muchísimo la atención, porque los dos están con las manos juntas, la típica postura de rezo.Bueno,  detalles aparte, lo más sorprendente para mí está en la planta superior. Las piezas por las que estoy aquí han aparecido ocultas bajo del suelo. En el dormitorio principal, bueno, mejor dicho, en lo que queda de él.
Dos de ellas están rotas, pero hay una tercera intacta. Son de vidrio, más concretamente de cristal, yo diría que de Murano. Si mis cálculos son correctos , serían de la época en la que vivió Casanova. Giacomo Casanova. Se habla en unos manuscritos encontrados en Venecia, de un pago que recibió una rica dama Florentina por enamorar al conquistador. POr hacerle creer que su amor era verdadero, por hacerle morir de amor. No en sentido figurado, sino realmente hacerle morir de amor por ella. Nadie sabe mi descubrimiento, ni siquiera lo intuyen. Creo que si se oliesen algo me habrían devuelto a ESpaña para seguir quitándole el polvo  a los libros del despacho del Catedrático de Historia.
Carmen, estoy de los nervios con esto, ya te contaré.
Te escribo también porque mi visita a Florencia está dando muy buenos frutos.Estoy aprendiendo italiano. Recuerda que tengo que desemvolverme aquí sin ayuda.La universidad me ha pagado un hotel se llama Machiavelli Palace. Algo barroco para mi gusto , pero está muy bien . Además está muy cerca de la estación y queda en el centro de la ciudad. Puedo ir andando a ver los monumentos principales de la ciudad.  Doy muchos paseos, especialmente por la zona del Duomo. Hay unas librerias geniales. Estoy buscando documentación sobre el asunto que te he mencionado antes. Podría catapultar mi carrera hasta el infinito si estoy en lo cierto.Ah, se me olvidaba, soy adicta al Capuccino de una cafeteria de lo más chic, bueno, de esas que te encantan. Cuando vengas, será el primer sitio que pisemos aquí.Te tengo guardadas otras delicatessen como el pan focaccia y una selección de vinos toscanos, sencillamente deliciosos.Por supuesto tengo localizada una “ Gelateria” cerca del hotel para que mates tus pequeñas depresiones a golpe de cuchara .
Bueno , te tengo que confesar algo más. He conocido a alguien, aunque no sé. Este fin de semana tenemos pensado ir a una casa que tienen sus tios maternos. Es una villa a las afueras de Florencia , de esas que huelen a olivos y cipreses, se llama Piero.Trabaja en la cafeteria que te mencioné antes. Lo que más me gusta de él es que es buena gente.Su familia se ha dedicado a las antigüedades, y sus tíos a los viñedos. ¿ Buena mezcla eh?.Qué te puedo decir, es guapo, inteligente y le encantan los misterios. Simplemente perfecto.De sobra está decirte que queda prohibido tirarle los tejos, que ya nos conocemos, guapa.
Bueno cuando tenga todo preparado para recibirte te mandaré otra carta y nos hablamos por teléfono. Un beso , cherie.
Marie.>>
Pasados, unos  quince días recibí otra carta contándome todo lo que había visto aquel fin de semana en la casa de Piero, era un conjunto de letras y babas: Piero ésto, Piero lo otro, en fin, se estaba adaptando de maravilla, y, aunque me alegraba mucho por ella, confieso que la envidia se apoderó de mí.
Para leer esta carta decidí ponerme cómoda y así,  empaparme bien de todos los cotilleos y detalles. Marie describía las situaciones como nadie. Era única viendo las revistas de moda. Sabía despellejar a las señoritas finolis como ninguna otra persona que yo conociese.
Kenzo se había acoplado en su rincón favorito del sofá.
-         Está bién, bola de pelo, me pongo el pijama y me hago un té. Ahora mismo vuelvo. No dejes que nadie se siente en mi lugar.
El pobre gato abrió un ojo y me miró con desgana. Supongo que le importaba muy poco la necesidad de comodidad que yo tenía. El trabajo empezaba a ser un caos muy chic, pero un caos.La imagen que tenía hasta ahora del galerista había sido otro error de percepción. Siempre pensé que los tipos gays finos eran al menos eso, finos. La sensibilidad en mi querido jefe brillaba por su ausencia.En fin , ninguna sensación podía igualar a la de llegar a casa y quitarse los zapatos de tacón, andar descalza por el pasillo de tarima y buscar las zapatillas con los dedos de los pies debajo de mi cama.
De vuelta al salón pasé por la pequeña cocina americana que tenía nuestro pisito, me preparé un té aromatizado con canela y unas gotas de limón, y me desplomé en el sofá. Kenzo maulló disgustado por el alboroto y se acopló a mi lado clavando sus uñitas en mis piernas. Comencé a leer despacio para visualizar los detalles:

<< Querida Carmen, como te prometí te escribo para contarte todo lo acontecido en casa de la familia de Piero, agarrate al sofá y acomoda a Kenzo, pues os interesa a los dos.
El jueves por la tarde, Piero y yo alquilamos un coche en Florencia. Cuando llegó a buscarme ya tenía lista una bolsa con mis cosas, que la verdad había preparado torpemente, supongo que por los nervios. Bueno, salimos de Florencia y a unos 30 Kilómetros comenzamos a ver cambiar el paisaje. Grandes extensiones de tierra labrada cuidadosamente, con viñedos y salpicadas por unas coloridas villas. En algunos rasgos me recordaban a los Chateaus que hay en el sur de Francia.El camino que lleva a cada una de las villas y palazzos están flanqueados por una hilera de enormes y centenarios cipreses, muchos de los cuales parecen permanecer erguidos desde los tiempos en los que los nobles romanos paseaban por aquellos parajes. Creía por unos instantes, haberme transportado en el tiempo. Cuando llegamos a “ Il Signore”, que así se llama la magestuosa Villa de los tíos de Piero  casi pierdo el aliento. No puedes ni imaginar como es aquello. Supongo que nada está dispuesto al azar. Hasta los bancos hechos con madera de olivo están colocados pensando el contemplar desde ellos las mejores vistas y los rincones con más encanto de la villa.El Portón principal situado en el centro de la fachada  está coronado con un gran escudo de piedra  en el que figura 1782. Es el escudo de armas de la familia Fraioli, pues así se apellida Piero. Un gran León parece rugir desde el centro, a la derecha tiene un manto de terciopelo y armiño y en la izquierda los restos de un posible navío y cuatro estrellas de seis puntas, en el que reza el lema “ Nemo impune lacessit me”*. Cruzando dicho portón se halla un patio central rodeado de arcos en piedra y los techos revestidos de maderas nobles, de los que cuelgan unos enormes faroles de cristal en color verde esmeralda preciosos.
En la planta superior asoman a este mismo patio tres grandes ventanales y un mirador que sobresale de la fachada. Cuando fui entrando creí por un momento ser la cenicienta. En el patio tienen unos sofás de ratán   y dos veladores para tomar café en forja como los que a tí te gustan. Pero creo que lo que más me impactó fué sin duda la cocina. Madre mía, enorme, Carmen, de verdad. Tienen una mesa para ocho comensales y un horno artesanal para hacer pizzas y asados, tiene un pequeño sótano en el que se encuentra una bodega de la época , la cual conservan con toda la ornamentación de principios del siglo XVIII. Realmente bellísimo.
En la espléndida cocina hay una librería llena de libros culinarios de la época y otros más actuales, incluso en unos estantes inferiores hay libros de cocina de lo más vanguardista. Muebles realizados en obra, con barro cocido y azulejos pintados a mano. Vamos, lo que yo llamo una decoración de primera. Ya les gustaría a las revistas que lees sacar ésto.
El salón principal es simplemente espectacular. Piero me contó que en los tiempos de esplendor de su familia se dedicaba como salón de baile y en el que realizaban importantes recepciones con la nobleza y ricachones italianos.
* En el escudo de armas aparece la consigna familiar “ Nemo impune lacessit me”: Nadie me hiere impunemente"


¿Quieren saber más?. Dejen sus comentarios, y veremos qué sucede!!!!!

Comentarios

  1. Una historia como las que me gustan...intrigante que me engancha desde las primeras líneas... muy buena trama. Quiero leer el libro entero!

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  2. Gracias por tu comentario.
    Espero cubrir las expectativas cuando lo leas completo....ya me dirás si te apasionó tanto como a mí al escribirlo!

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  3. Claro que quiero saber más. En realidad quiero saberlo todo. Como buena tifosa de todo lo que huela a Italia quiero tomar un capuccino en la cafetería de Piero, espero que tenga vistas al Duomo y al Batisterio. Quiero ver el Palazzo y los hallazgos. Quiero probar una pizza del forno de la Villa Il Signore y perderme con Piero y Marie under the tuscan sun. Del chianti no digo nada porque no entiendo de vinos. Vado cercare la prossima puntata.

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